CONFIDENCIAS

Cuando en una tarde cualquiera de invierno, delante de una taza de té, la ilusión se abre paso tras tantas y tantas lágrimas derramadas por la desesperanza de no llegar al objetivo natural de ser madre, todo cambia.

Cuando esa ilusión se convierte en la realidad de dos amigas que comparten una vivencia tan profunda, nada es importante.

Cuando concibes a un hijo, tras pasar por esa montaña rusa llamada reproducción asistida, te conviertes en una toda una campeona porque estás más cerca de la meta.

Cuando el gran día se acerca, cuando ya por fin has conseguido relajar tu mente para  dejar fluir la maternidad más allá de tus venas, te das cuenta que mereció la pena tanto esfuerzo.

Y cuando ya han pasado varios años, miras a tu hij@ con los ojos de cualquier mamá pero si compartes esa taza de té junto a una amiga que está a punto de convertirse en una mamá como tú, vuelves a vivir lo maravilloso que fue aquel pasado y te cuesta pensar ni siquiera en la parte negativa.

Qué maravillosa es la vida!!

Si me lo permites amiga, hago mías estas palabras: "Tú lo pensaste, tú lo creíste, tú lo creaste"

CRÉELO... ES POSIBLE.

Sensaciones de una madre infertil

 

Si alguna vez dudé en seguir adelante. Si hubo algún momento de flaqueza por este ardúo camino de enfrentarme a mis miedos "en soledad", ya ni me acuerdo!

Conseguir tener un hijo cuando lo has deseado casi mas que a tu propia vida no significa ser mas madre que cualquier otra mujer. Pero te enseña a observar la vida desde otro prisma. Aprendes a dejarte guiar por el instinto, descubres que efectivamente las hembras están hechas de otra pasta y cuando tienes un instante para el recuerdo, ya no concibes tu vida sin ese pasado.

Tras varios intentos fallidos por conseguir ovocitos y un par de inseminaciones de donante sin éxito de embarazo, llegó mi momento decisivo. En aquel momento, cualquier atisbo de esperanza era insuperable. Pero ahora sé que mereció la pena subirse a esa montaña rusa, con tesón a mansalva, aun a pesar de dejar atrás otras ilusiones que resultaron ser espejismos, falacias hechas realidad en mi mente, que con el tiempo he conseguido desenmascarar.

Después de exactamente 3 años de confirmarse mi beta positivo, algunos días después de mi primera  y única transferencia, miro a mi alrededor y ahí está! Es el universo por el que una vez luché, el que logré alcanzar muy de puntillas. Tuve suerte!

Ojalá tod@s y cada una de las personas en tratamiento de fertilidad pudieran estar hoy en mi lugar. Me encantaría con mis palabras alentarles a seguir adelante, si aún no llegaron a su limite, porque lo hay, porque debe haberlo. Lo más difícil es delimitarlo sin que afecten sentimientos contradictorios pero al mismo tiempo es lo menos doloroso, porque no siempre se gana, eso también debe tenerse muy presente.  Pero eso sí, gracias a los avances de la ciencia y a otros factores llamémosle "casualidad" es muy muy posible ser mamá.

Le doy la bienvenida a la madurez que me hizo sentirme una mujer plena, llena de vida, pero no sin antes estar dispuesta a amar incondicionalmente, porque así se quiere a un hij@, biológico, genético o todo lo contrario... Pero siempre siempre muy deseado... Por encima de todo lo demás!
 

Un compás añadido...

    No he llegado a tenerte entre mis brazos, ni siquiera llegué a sentir patadas en mi vientre, sólo te ví una vez latir dentro de mí y sin embargo te he querido y te quiero como si estuvieras aquí. Has despertado en mí mil ilusiones, con sólo once semanas de saber de ti.

      Para todas las mujeres la maternidad es una palabra que debería escribirse en mayúsculas pero sin embargo para mí y para otras muchas debería escribirse en mayúsculas, negritas, subrayada y con signos de exclamación. Conseguir mi objetivo de ser madre no fue camino fácil, largo o corto, eso da igual, no fue fácil, pero lo conseguí con creces con mi primer hijo. Entonces entendí lo que era amar a alguien de verdad. Al año aproximadamente de tener a mi precioso bebé, me enteré de la mejor noticia inesperada que podía tener, volvía  a estar embarazada y nació mi querido milagrito sano y fuerte y hecho un bichillo, pronto nos robó el corazón a todos igual que había hecho su hermano tan buscado y deseado.

       Como dice la canción la vida te da sorpresas y volví a ver un positivo en un test de embarazo, un descuido maravilloso. ¡Quién me lo iba a decir a mi después de todo lo pasado para conseguir mi primer hijo!, el segundo un milagro y ¿¿ahora esto?? ¡¿Como puedo tener tanta suerte de que me vuelva a pasar?!. Como he dicho la vida te da sorpresas, unas maravillosas y otras no tanto y este tercer embarazo ha acabado pronto porque según dicen la naturaleza es muy sabia, y yo añado que también muy cruel, pero hay que conformarse.

         Cuando tienes un hijo y te vuelves a quedar embarazada te entran  muchos miedos, ¿irá todo bien? ¿nacerá sano? ¿seré una buena madre?, etc etc etc y  a estos miedos se le añade el de ¿y lo voy a querer tanto como al primero? Pues para todos aquellos que han tenido la suerte de tener un segundo hijo la respuesta es muy fácil, se quiere totalmente igual, cada uno por sus cosas, pero el mismo amor. Si encima tienes la suerte de quedarte embarazada por tercera vez, vuelves a repetir los dichosos miedos e incertidumbres sin embargo la pregunta de si lo vas a querer igual que al primero y al segundo ya no te la planteas, porque con  tú segundo hijo has aprendido lo fácil que se hacen un huequito en el corazón y puedes sentir el mismo gran amor.

       No has nacido pero te quiero igual, simplemente saber que estabas dentro de mí me llenaba de vida. Sé que esto es un proceso y que tengo que pasar por todas las fases, llorarte y enfadarme, pero sé que el dolor se mitigará aunque mi amor por ti nunca lo hará. Tú corazón se detuvo pero el mío sigue latiendo fuerte y con un compás añadido gracias a ti. Quizás tenga la suerte de vivir otro embarazo o quizás no, pero sí que he tenido la suerte de volver a sentir vida en mi interior  y amor a ciegas e ilusiones que jamás nadie me podrá robar. Me quedo con lo positivo porque así es como hay que sentirlo y así es como he decidido vivirlo yo.

¿Como se puede amar tan fuertemente a un sueño?

Hay quien desea ser mamá, se pone a ello, se embaraza y comienza a amar a su hijo.

 

Nosotras deseamos ser mamá, nos ponemos a ello, no podemos, seguimos, lloramos, luchamos, perdemos, nos levantamos....

 

Y todo ése tiempo estamos ya siendo madres, somos mamás que aman a un bebé que todavía no ha llegado, a un bebé que no ha sido concebido, a un bebé que no existe, incluso a un bebé que no ha querido quedarse.

 

Este proceso es muy duro, no porque no consigamos nuestro objetivo, sino porque nosotras sentimos que nuestro bebé es nuestro ya, ya lo amamos, ya soñamos con él, lo perdemos incluso, a veces quiere aparecer... está siempre presente, pero no podemos abrazarlo.

 

A las mamás que nos cuesta mas en el tiempo serlo, lo sentimos de otra forma.

Ser mamá después de los 40!!

En los tiempo que corren, no haber sido madre antes de los 38 años se convierte en una carrera llena de obstáculos para intentarlo a toda costa. El inconveniente viene cuando ves a tu alrededor que se puede ser madre a edad tardía sin ningún problema añadido a la edad, solo que nadie te cuenta cual es realmente la letra pequeña.

No hay que olvidar que la causa principal de infertilidad asociada a la edad en la mujer, es la baja reserva ovárica (a partir de los 35 años, comienza a haber una notable disminución de óvulos presentes en los ovarios, así como de la calidad de éstos). Es verdad que de forma natural se dan casos de una maternidad esplendida alrededor de los 40 pero no es lo común ni mucho menos, la mayoría. Y es que, cuando te planteas ser madre, por ejemplo sin tener un papá para tu hij@ o después de llegar a un cierto nivel profesional, de repente te das cuenta que tu fertilidad no es la optima para concebir.

Te cuesta renunciar a serlo por ti misma o a recibir ayuda externa e incluso a acudir a la donación. Sin embargo, deseas sentir un embarazo, parir a un hij@ y sostener a tu bebé entre los brazos, para disfrutar de una maternidad plena, como cualquier otra mujer. Es en ese momento, cuando tus esquemas se vienen abajo y aquello que durante años le has negado a la naturaleza se vuelve imprescindible en tu vida.  

Te sientes vacía, tu mente viaja sin rumbo en el horizonte porque quieres ser mamá pero ya no tienes más tiempo para empezar a intentarlo de forma natural. Piensas que puede ser demasiado tarde.

El “Objetivo: ser mamá” algunas veces parece olvidarse en la vida de una mujer porque antepone muchas otras cosas al de su instinto maternal. Pero tarde o temprano, éste se manifiesta y hay que tener muy presente que llegado ese momento, puede ser tarde para engendrar un hijo propio o simplemente para conseguir embarazarse con éxito. 

Afortunadamente, en materia de reproducción asistida la ciencia ha avanzado muchísimo y existe la generosidad de quienes donan para los demás, la materia prima: óvulos, semen o embriones ya fecundados.

Yo he sido mamá a los 43 años llegando a la meta con dificultades. 
Hoy por hoy, estoy encantada con mi nueva vida y aunque a veces en la crianza me flaqueen las fuerzas por la edad, volvería a pasar por todo el tratamiento sin dudarlo un minuto. No obstante, solo me arrepiento de una cosa… Haber esperado tanto para decidir con el coraje suficiente ser madre, sobretodo porque muy posiblemente hubiese tenido más de un embarazo.

Y me quedo con la enorme satisfacción de haberlo intentado todo!

GRACIAS a todo aquel que me ayudó en el camino…

Cuándo acudir a un especialista en reproducción

 

 

La mayoría de las parejas sin problemas de fertilidad y con relaciones sexuales regulares y no protegidas,  tienen entre un 20-30% de posibilidades de quedar embarazadas en cada ciclo ovulatorio. Esta probabilidad se acumula en cada ciclo, lo que implica que dicho porcentaje aumenta al 80-85% tras doce meses de búsqueda. Pasado este tiempo no aumenta de manera significativa esta probabilidad. Por lo tanto lo más probable es que exista un problema de infertilidad.  Por este motivo, es necesario esperar un año, aunque en mujeres mayores de 35 años ese período se reduce a seis meses. Es en estos casos cuando debemos acudir a un especialista en fertilidad para que pueda diagnosticar porqué no se produce el embarazo y que tratamiento es el más indicado.

 

Hoy comienza nuestra andadura...

Objetivo: ser mamá

¡Parece tan fácil! Sin embargo por un motivo u otro este objetivo se nos complica  a muchas de nosotras. Aparecen entonces mil sentimientos y emociones…tristeza, dudas, miedos arrepentimientos y muchos porqués. Tienes derecho a sentirlos, a llorar y a gritar ¿por qué a mí?, sin embargo no olvides nunca tu objetivo, es el mismo, lo único que ahora hay que cambiar el camino para conseguirlo, y quizás lo harás en más de una ocasión. El tiempo tomará un matiz distinto en función del momento en el que te encuentres, a veces pasará muy rápido y otras sin embargo parecerá detenerse. Lo importante es que sigas andando el camino.

Objetivo ser mamá surge de la necesidad de un grupo de mujeres de hablar, desahogarse y compartir una serie de inquietudes que surgen durante este camino. Muchas ya lo han conseguido, algunas están en pleno proceso y otras simplemente  tienen la necesidad de ayudar a las demás a cumplir su sueño, pero todas tienen algo en común y es que en algún momento de sus vidas han gritado fuerte y alto ¡QUIERO SER MAMÁ!

 objetivosermamáalgeciras@gmail.com